Fiebre: Qué Es, Causas y Cuándo Preocuparse

La fiebre es una elevación temporal de la temperatura corporal que generalmente ocurre como respuesta a una infección o alguna alteración en el organismo. Aunque muchas veces no es un motivo de gran preocupación, la fiebre puede ser una señal de que algo no está bien, especialmente en niños pequeños y personas vulnerables. En este artículo, exploraremos qué es la fiebre, sus causas, cómo se mide y en qué momentos es necesario acudir al médico.

¿Qué es la fiebre?
La fiebre es una reacción natural del cuerpo ante infecciones o problemas de salud. El rango de temperatura corporal normal varía de una persona a otra, pero generalmente se considera que una persona tiene fiebre cuando su temperatura supera los 38°C (100,4°F). La fiebre no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de que el cuerpo está luchando contra una infección o inflamación.

En los adultos, una fiebre leve puede ser manejada con medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno, además de descanso e hidratación. Sin embargo, cuando se presenta en bebés o niños pequeños, puede ser más preocupante y requiere atención médica inmediata.

Causas de la fiebre

Existen muchas razones por las cuales una persona puede desarrollar fiebre. A continuación se mencionan algunas de las causas más comunes:

Infecciones virales: Los virus como el de la gripe, el resfriado común o el COVID-19 son causas frecuentes de fiebre. Estas infecciones a menudo se acompañan de otros síntomas como tos, dolor de garganta o congestión nasal.

Infecciones bacterianas: Las infecciones como la neumonía, las infecciones del tracto urinario o las infecciones de oído pueden elevar la temperatura corporal.

Medicamentos o vacunas: Algunos medicamentos, como los antibióticos o las vacunas, pueden causar fiebre como efecto secundario temporal.

Golpe de calor:
La fiebre también puede ser provocada por un golpe de calor, que ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta debido a la exposición prolongada al sol o al calor extremo.

Enfermedades inflamatorias: Trastornos como la artritis reumatoide o la enfermedad inflamatoria intestinal pueden desencadenar fiebre.

Enfermedades graves: En casos más raros, la fiebre puede ser un síntoma de enfermedades graves como ciertos tipos de cáncer o trastornos autoinmunes.
Temperaturas de fiebre según la edad

Temperaturas en función de la edad y cuándo buscar atención médica:

Bebés menores de 3 meses: Se considera fiebre cualquier temperatura de 38°C (100,4°F) o superior. En este caso, se debe consultar con un médico inmediatamente, ya que los recién nacidos y bebés tienen un sistema inmunológico más vulnerable.

Niños de 3 a 6 meses: Si la fiebre supera los 38,9°C (102°F) o si el niño está muy irritable o cansado, es recomendable buscar orientación médica.

Niños de 7 a 24 meses:
Si la fiebre es superior a 38,9°C (102°F) y persiste durante más de un día, o si hay otros síntomas preocupantes como dolor de cabeza severo o dificultad para respirar, se debe consultar con un médico.

Niños mayores y adultos: En general, se considera que la fiebre en niños mayores y adultos que supera los 39,4°C (103°F) o que viene acompañada de síntomas graves, como dolor abdominal, dificultad para respirar, confusión, o sarpullido, requiere atención médica urgente.

¿Cuándo es necesario consultar con un médico?

La fiebre, aunque generalmente desaparece por sí sola y no suele ser peligrosa, puede requerir atención médica en ciertas situaciones. Es fundamental consultar con un médico si se trata de bebés menores de 3 meses con fiebre de 38°C (100,4°F) o más, fiebre alta en niños y adultos superiores a 39,4°C (103°F), fiebre que persiste por más de 3 días, o si la fiebre va acompañada de síntomas graves como dificultad para respirar, dolor en el pecho, confusión, convulsiones o sarpullido. En estos casos, es importante buscar atención médica de inmediato para evaluar posibles infecciones graves o complicaciones.

La fiebre, aunque generalmente no es peligrosa, puede resultar incómoda tanto en niños como en adultos. Para controlarla, es fundamental mantener a la persona bien hidratada, asegurándose de que beba suficientes líquidos para prevenir la deshidratación. También es importante evitar abrigarla demasiado, ya que esto podría aumentar la fiebre, y en lugar de eso, se puede optar por ropa liviana. A su vez, la habitación debe mantenerse ventilada y fresca para ayudar a reducir la temperatura corporal. Los medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno son efectivos para reducir la fiebre y aliviar el malestar.

Para prevenir la fiebre, es clave vacunarse contra enfermedades como la gripe, el sarampión o la varicela, ya que las vacunas ayudan a reducir el riesgo de infecciones. Mantener una buena higiene, lavándose las manos frecuentemente y enseñando a los niños a hacerlo, también es fundamental para evitar la propagación de virus y bacterias. Asimismo, es recomendable evitar el contacto con personas enfermas para prevenir contagios y asegurarse de que todos, tanto niños como adultos, mantengan una hidratación adecuada durante el día.

La fiebre es un mecanismo de defensa natural del cuerpo que, aunque generalmente no es grave, puede indicar que algo no está bien. Es importante saber cuándo es necesario consultar con un médico, especialmente en el caso de los niños pequeños, y tomar las medidas necesarias para controlar la fiebre y prevenir su aparición.

Referencia:

Fiebre - Síntomas y causas - Mayo Clinic

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Científicos Están Cerca de una Solución para el Autismo

¿Qué es el Autismo?

El Tratamiento del Autismo: Lo Que Necesitas Saber